¿Estás menos enérgico y más triste últimamente?

Seguramente sea porque has caído en algo que está muy de moda: LA QUEJA.

¿Has contado alguna vez cuantas veces te quejas a lo largo del día?

Es un ejercicio muy interesante para tomar conciencia de los mensajes que le envías a tu cuerpo y a tu estado de ánimo. Te invito a hacerlo durante esta semana, déjate sorprender por los resultados. Te ayudarán a conocerte un poquito más.

La queja no mejora las situaciones, más bien las empeora, las magnifica, aumenta tu malestar y te incapacita. Cuando pones el foco en lo negativo, varias veces a lo largo del día, entras en una espiral de mal humor y enfado. Además, te vas alejando de las alternativas a una posible solución. Sin darte cuenta, has caído en el papel de “víctima” acusando a los demás o a las circunstancias de aquello que te sucede, quedando exento de cualquier tipo de responsabilidad y, por tanto, de alcanzar una solución que cambie tu mal estar.

Te abrigas cuando hace frío, comes cuando tienes hambre, bebes cuando tienes sed… ¿Vas a hacer algo para saciar tu queja?

Te propongo un juego para esta semana:

1. Obsérvate muy de cerca.

2. Cada vez que te “pilles” quejándote de algo: PARA!!

3. Después de haber parado unos segundos, piensa en una posible solución. Una solución que SI DEPENDA DE TI. Seguro que la hay, SIEMPRE la hay… A veces no es inmediata, pero te puedes poner manos a la obra para alcanzarla. ¿Qué consejo te daría un buen amigo?

4. Saca tu HUMOR a pasear. Seguro que no es taaan importante. Quítale hierro. Pregúntate: ¿Esto me va a parecer tan importante dentro de un año? Y ¿Dentro de dos años?

Puede que al principio te cueste un poco, pero todo es cuestión de entrenamiento y hábito. Si realmente deseas ser y estar feliz depende solo y exclusivamente de ti … afortunadamente!!

Tú decides como vas a utilizar tu energía de esta semana: para quejarte o para encontrar soluciones.

“Si con todo lo que tienes no eres feliz, con todo lo que te falta tampoco lo serás”